Van Noten no debe nada a nadie, no tiene un poder superior al que rendir cuentas, y esa es la ventaja de poseer su propio negocio, tiene la libertad en sus manos, eso se nota en la creatividad.
Un despliegue de volates en vestidos y faldas como las de la imagen superior.
Maravillosos bordados, adamascados y sedas.
A veces demasiado volante, pero ¡qué más da! El trabajo de las prendas es exquisito. Ojalá el resto no tuviera que rendir cuentas a las grandes casas de moda, la futilidad desaparecería y el diseño con mayúsculas ocuparía su lugar.
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